
El pasado 21 de Junio, no pudo mi padre celebrar nada. Él ni siquiera lo sabe, no tiene edad ya para que vaya su hijo contándole malas noticias, que es lo mínimo que podemos hacer por ellos, intentar que los años que les queden los pasen lo más agradablemente posibles. Ayer, 21 de junio, día en el que dimitió Mónica Oltra, a la sazón consellera de Bienestar Social entre otros muchos cargos, se cumplían tres meses desde que le aprobaron a mi progenitor el ingreso de 6.002 ridículos euros en concepto de indemnización por los retrasos en la aplicación de ley de Dependencia. Pero no, ese dinero no le llegó, ni siquiera el último día en el que según el abogado empieza, ahora sí, a contar el plazo en el que habrá que reclamarlo por vía judicial.
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