El pasado miércoles 26 de abril, en los Cafés del Danubio nos visitó José Antonio Pastor «Pichocha «

En un ambiente futbolístico y rodeado de compañeros y amigos el invitado nos comentó su vida y anécdotas en este maravilloso mundo llamado fútbol.

Preferentemente nos habló de su paso por el Villajoyosa donde compartió vestuario con los míticos Nimes, Roberto, Luchoro, Ruano, Valencia, Wilsen entre otros.

Nos comentó una anécdota estando en el Villajoyosa con Enrique Marquéz como mister se marchó con el al Español de SanVicente y las cosas del fútbol destituyen a Marquéz y llegó Mariano Vivancos Loves y se trajo al mítico José Antonio que formo taden con el en la defensa, cuando Loves se marchó al Hércules de Alicante tenía dudas a quien llevarse y por afinidad se llevó a José Antonio, que posteriormente fue y es uno de los jugadores más recordados en Alicante.

También estuvo en el Atlético Cartagena, Tader de Rojales donde coincidió con el gran Pazos y su hijo, también estuvo en el Calasparra donde dejó buenos recuerdos y estuvo acompañado por grandisimos jugadores como su más que amigo hermano Carratala » Carpa » el famoso Tinaja y Uno de los mejores porteros de la época Nino.

Su gran suerte vino cuando entró a trabajar en la Cocacola hasta su jubilación.

Mientras trabajaba en la Cocacola y para matar el gusanillo de tocar el balón, comenzó a jugar al fútbol sala acumulando trofeos y grandes recuerdos.

Como Mister del Fútbol Sala tuvo el privilegio de entrenar a Vicentin, Pato, Tevar, por nombrar algunos de la larga lista.

Quizás uno de sus momentos más ilusionante fue cuando le nombraron seleccionador regional Sub 18.

También destacar su enorme cariño y entrega como Presidente de la casi centenaria sociedad deportiva Betis Florida, donde tantos y tantos futbolistas se forjaron para orgullo de la sociedad Alicantina.

Esta entrevista coloquio a sido para mí todo un privilegio ya que después de más de medio año de intentar traerlo a los Cafés del Danubio, por su humildad y no querer ser protagonista me decía que no.

Pero además también es un orgullo haber estado durante más de una hora y todavía se quedaron vivencias y anécdotas en el tintero.

Gracias amigo PICHOCHA