
Fernando Fer.- Al plácido sol que Enero nos brindó y Febrero alarga y que violento nos quita cuando oscurece, noches tan frías como claras nos deja como queriendo excusar su gélida sacudida con ofrenda en forma de nitidez celeste, todo ello evidencia un bipolar y enrarecido comienzo de año. Rítmica composición de estrellas nos regala esta época, como las que la mano de Vincent Van Gogh recorrió hace casi dos siglos para dejar constancia, sin saberlo él, de su genialidad sin precedentes.
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