
Fernando Fer.- Esta mañana no hay nube que resista el sol de invierno ya primaveral que desde bien temprano se deja ver por el ajimez polvoriento de la tormenta de días pasados. Con la llegada de la primavera, los cardos en flor y el manso flujo de la escarcha de noche clara y fría , con gota incesante derrite y hace sonar al caer los quebradizos yerbajos secos como premonizando el ritmo que hemos hoy de bailar, o mañana, lo más parecido a un tango si me permite Gardel.