Una buena noticia que se transformará en alegría si se consigue. Desde hace unos pocos años el patrimonio histórico de Benidorm se ha enriquecido con actuaciones en el Parc de la Séquia Mare, la torre de les Caletes, las excavaciones del Castell, la intervención en la torre de Soler (mal llamada de Morales) y el magnífico yacimiento del Tossal cuya puesta en valor había comenzado en 2012 como una promesa y hoy es un excelente realidad.

Francisco Amillo.- Pero Benidorm tiene más patrimonio y sería interesante aprovechar esta oportunidad para revalorizarlo. Me refiero al nido de ametralladora (mal llamado bunker) bajo la terraza del hotel Nadal que data de la Guerra Civil y del suministro de agua potable de la Font de Carreres que se está deteriorando y que también data de la Guerra Civil. Y en Lliriet todo un conjunto de elementos hidráulicos, destacando la magnífica balsa de Juan Thous, el prohombre del siglo XIX que se permitía el lujo de pasear en barca por ella.

También habría que pensar en la conservación de la maravillosa y sorprendente fuente junto al Mas de Lliriet.

Ojalá algún día podamos alegrarnos con la recuperación de unos elementos tan valiosos, testimonios de un pasado de Benidorm tan importante como el presente.