Entrevista a Amando Escoda Font

Fundador de la Falla del Rincón de Loix en 1979

P: Amando: ¿Nos puedes hablar de tus orígenes, de tu infancia?

R: Nací en Relleu, hace 85 años. A los 25 decidí, junto con mi mujer, que también es de Relleu, venir a vivir a Benidorm; una ciudad que nos acogió y en la que estamos felices de vivir. Mi infancia fue dura, me quedé huérfano de madre a los 3 años, y fue mi abuela la que me crio; mi padre era chófer y pasaba mucho tiempo fuera de casa. Fui al colegio un par de años, donde aprendí las primeras letras, sobre todo con un maestro que nos daba clases particulares. Desde muy pequeño trabajé en el campo, para ayudar a la economía familiar; y también en la construcción, hasta que me fui a la mili.

P: ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?

R: Ya casado y con una niña, me vine a trabajar a Benidorm; volvía al pueblo los fines de semana. En Benidorm trabajé en la SICOP (empresa de desagües) y en una empresa de cerámica (controlando los camiones que llegaban cargados de material). Cuando tuvimos el segundo hijo, nos trasladamos todos a Benidorm, donde alquilé un apartamento en el Rincón de Loix; yo era el portero del edificio y mi mujer limpiaba los apartamentos y las escaleras. Por entonces nació Cristina, la más pequeña. Después de varios años en la portería, empezaba a crecer el turismo en nuestra ciudad y la construcción de hoteles en el Rincón; me puse a trabajar en el hotel Los Dálmatas y acabé en el Hotel Pelícanos, donde me jubilé después de 28 años dedicados al mantenimiento (Servicios Técnicos). Guardo muy buenos recuerdos de aquella época, del trato al personal, del buen compañerismo; todavía, algunos compañeros y yo organizamos comidas de hermandad para vernos.

P: Has sido un hombre muy festero. ¿Nos puede hablar de ello?

R: Pues resulta que, charlando con unos amigos en la Marisquería Los Gallegos y en restaurante El Dátil, mientras jugábamos al dominó o a las cartas, se nos ocurrió la idea de fundar la Falla del Rincón de Loix, un barrio que a la sazón tenía muy poca vida. Convencimos a los vecinos del barrio de que eso traería alegría y turistas, y obtuvimos ayuda de hoteleros y comerciantes. La primera “plantá” fue en 1979: una guitarra y un toro como motivos principales. Yo fui el primer presidente de la Falla, cargo que ostenté durante muchos años. Tal fue el éxito, que crecimos de una manera vertiginosa, tanto en colaboradores como en socios falleros. Me llenó de gran orgullo el primer año que conseguí hacer una falla infantil; me pasaba las tardes haciendo ninots con ayuda de algunos falleros.

P: ¿Has obtenido reconocimientos, homenajes, etc. por tu labor en pro de la fiesta?

R: Me han entregado numerosos pergaminos y me han hecho regalos por parte de varios colectivos festeros. Pero lo más importante lo obtuve de la Junta Central Fallera de Valencia, máxima condecoración en el mundo fallero: El bunyol d’or i brillants amb fulles de llorer.

P: ¿Alguno de tus hijos ha continuado con esa afición por la fiesta?

R: Mi hija mayor, Mila, estuvo unos años en la falla, pero no le gustaba mucho. Mi hijo Amando era un apasionado, llegó a ser presidente de la Junta Fallera; desgraciadamente falleció con 33 años. La más pequeña, Cristina, es una amante de la fiesta y de sus tradiciones; venía siempre conmigo a las reuniones, a los actos festeros; lo ha vivido desde la cuna.

P: ¿Has estado metido en política?

R: Nunca he trabajado ni he vivido de la política, ni lo he pretendido. Eso sí, siempre he estado en sindicatos de trabajadores y he militado en el Partido Socialista, ayudando en aquello que he podido. Como todo el mundo sabe, mi hija Cristina sí es política; fue concejal de Fiestas durante una legislatura y actualmente se presenta como candidata a la alcaldía de Benidorm por el PSOE.

P: ¿Cómo has vivido la integración de los “forasteros” con los del pueblo?

R: Siempre me he sentido como en casa por parte de los benidormenses; me siento de aquí porque me han tratado siempre muy bien y siempre he luchado por defender las tradiciones y fiestas de este pueblo; de hecho, he sido mayoral en dos ocasiones: Benidorm es mi ciudad.

P: ¿Cuáles son tus aficiones?

R: La principal es la fiesta, que me ha ocupado muchas horas de mi tiempo libre; y dentro de la fiesta, la pólvora ha sido mi gran pasión. Una de mis aficiones ha sido siempre ir a ver partidos de pilota, de fútbol; actualmente he de reconocer que me cuesta más desplazarme, por lo que asisto poco a esos deportes. Ahora veo cómo mi hija y mi nieta disfrutan del mundo festero y me encanta haberles transmitido eso, no sólo la fiesta por la fiesta, sino también la responsabilidad y el trabajo que conllevan.

P: ¿Qué se puede hacer en Benidorm para mejorar la calidad de vida de sus habitantes?

R: Benidorm es una ciudad única, en la cual las fiestas son uno de los más importantes referentes a todos los niveles; por eso hay que cuidarlas, invertir en ayudas para los festeros, ya que estas estas tradiciones no son fáciles de mantener; nunca hay que olvidar que también atraen turismo y dan trabajo a muchas personas.