
Yo no te puedo decir cómo se debe hacer, porque no lo sé. Pero si te puedo decir, como lo he hecho yo. Que estará mejor o peor, pero es como lo hago.
Bernat Mira Tormo.- Por la gran cantidad de nombres que en la Comunidad Valenciana empiezan, por BEN, BENI y BENA, pensé en un principio, que podrían ser de origen árabe. Pero pronto deseché la idea de que fueran de origen árabe, pues a pesar que había muchos nombres, como:
Ben-isso, Beni-arres, Ben-ixama, Beni-aya, Ben-issa, Beni-opa, Beni-atxar, Beni-arda, Ben-illoba, Beni-suera, Ben-idorm, etc.
Cuando rascabas un poco te dabas cuenta, que de árabe tenían sólo Ben, Beni o Bena, que significan “hijos de” en árabe. El resto del nombre que seguía a continuación, solía ser en la mayoría de los casos su antiguo nombre ibérico, siendo algunos de ellos todavía, topónimos actuales del País Vasco y Navarra.
Posteriormente constaté, que algunos BEN, BENI o BENA, tampoco tenían ninguna relación con el árabe, sino que eran nombres mozárabes de origen ibérico, con el significado de monte, cerro, alto, etc.
Otra cosa que tenía bastante clara también, era la relación con el vasco de los siguientes topónimos valencianos, la mayoría de estos topónimos, en mi opinión son vasco-ibéricos y no tienen nada que ver con el árabe ni con el latín.
Si nuestros topónimos no tenían nada que ver, con el árabe ni con el latín, pensé que tenían que ser ibéricos. Empecé a hacer listas de topónimos valencianos, que creía que eran ibéricos, pero me iba dando cuenta que muchos de ellos parecían vascos, y otras eran vascos, como:
Zarra, Aldaya, Aspe, Besori, Atzubia, Atzeneta, Oriola, Ondara, Gorga, Orba, Llauri, Carricola, Carrasqueta, Gavarda, Garaita, Caraita, Colaita, Alboraya, Alborache, Orxeta, Ollería, Garbi, Onda, Aitana, Aixorta, Calpe, Mariola, Moraira, Gaianes, Altxor, Xera, Orriols, Biar, Ibi, Tibi, Onil, Xera, Xabia, Aiora, Arta, Anna, Xaló, Eixaló, Arta, Alzira, Cirat, Begida, Ador, Aya, Ixama, Arres, Ares, Isso, Arda, Opa, Segura, Bastida, Coraitxa, Alcoi, Eixativa, Gandía, y un muy largo etc.
En aquellos días, los académicos y demás “voces autorizadas” negaban cualquier relación entre la toponimia valenciana y el vasco. Si estos nombres ibéricos que he citado no tienen ninguna relación con el vasco que baje dios y lo vea, porque las voces autorizadas por lo que parece andan un poco despistadas. Lo que sí que me iba quedando claro, es, que para conocer el significado de la mayor parte de nuestros topónimos, sólo había un camino y este camino era el vasco y su estructura lingüística.
Los topónimos, normalmente suelen reflejar una situación geográfica muy concreta. Los antiguos que dieron sus nombres a estos lugares, en realidad sólo describían en su antigua lengua lo que veían; “un río”, “un alto”, “un alto grande”, un alto pequeño, “un hondo”, “un puente”, “un llano”, “un monte”, “una sierra”, “un camino”, etc.
Y todos comprendían el significado de todos estos nombres, porque describían en su propia lengua una situación geográfica concreta que todos podían comprobar, porque todos la podían ver.
Con el tiempo, la mayoría de estos nombres se convirtieron en nombres de partidas de terreno. Que a su vez, fueron el origen de muchos de los nombres actuales de nuestros pueblos y lugares.
El problema sobre el conocimiento del significado de los topónimos, empezó, cuando se fueron olvidando poco a poco de su antigua lengua ibérica, se fueron olvidando al mismo tiempo también, del significado de sus antiguos nombres.
Lo que sí solía conservarse bien, en la mayoría de los casos, era su situación geográfica concreta y muchas veces también su antiguo nombre. A los que conocemos un poco el euskera, nos sorprende bastante la gran cantidad de léxico que comparte la lengua vasca con el castellano, el valenciano y demás lenguas cercanas. No conozco mucho el vasco, aunque llevo más de 45 años estudiando la lengua vasca y su estructura lingüística y lo que tengo totalmente claro es que el vasco y el ibérico, al menos en lo que a la toponimia se refiere, son la misma lengua.
Aquí se ha intentado hacernos creer, que debido a las invasiones, España era una mezcla de pueblos, de razas y de lenguas distintas. Esto es poco probable, porque en toda la toponimia ibérica, no veo ni rastro de ninguna otra lengua que no sea la lengua vasco-ibérica, esta antigua lengua prehistórica estaba muy bien estructurada y reflejaba con total precisión la situación geográfica concreta de nuestros topónimos.
Esto le hizo escribir a Unamuno:
<<Las crónicas nos hablan de los iberos, de los celtas y de los fenicios, de la conquista romana, de los cartagineses, de las invasiones bárbaras, árabes, etc. Esto nos permite creer que se ha hecho aquí una mezcla de pueblos llegados, mientras estos últimos no representan más que una ínfima minoría en relación al fondo primitivo prehistórico, sin duda muy inferior a lo que se cree y comparable a una delgada capa de aluviones sobre la roca viva.>>
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