
Arquitecto, empresario y expresidente de HOSBEC, entre otras cosas.
P: Pere Joan, ¿tu familia es de Benidorm?
R: Todos somos de aquí, a excepción de mi madre, que nació en Argentina a causa de la emigración transitoria de mis abuelos.
P: ¿Me puedes hablar de tu infancia y de tu juventud, de tu formación académica?
R: Nací en 1951. Vivíamos en el actual Paseo de la Carretera, antes José Antonio. Desde 1928 mi familia tenía un bar en esa calle. En aquellos tiempos las calles eran de tierra, casi nadie tenía agua corriente pero los chiquillos jugábamos felices y contentos; a veces me asalta la lógica nostalgia de tiempos pasados, pero, si bien lo pienso, me quedo con el Benidorm de ahora. Cursé el bachiller en el Lope de Vega, el único colegio que había entonces en Benidorm. Y estudié la carrera de Arquitectura en Valencia.
P: Tengo entendido que has trabajado toda tu vida como arquitecto. ¿Dónde y cuántos años? ¿Cuáles son las mejores experiencias, los mejores logros que has tenido en esta profesión?
R: Ejercí la arquitectura desde 1977 a 1995, año en que falleció mi hermano y me tuve que hacer cargo del negocio familiar (hoteles). Como obras importantes recuerdo un edificio de 243 viviendas en Alicante; también participé en las controvertidas Torres del Rincón y en el instituto Beatriu, en el Salto del Agua, junto a otros arquitectos como Tomás González y Carlos Teba.
P: ¿Has compaginado tu profesión con el mundo de la hostelería? ¿Ha sido fácil conciliar ambas actividades?
R: Como he dicho antes, cuando me hice cargo de la empresa familiar, dejé la profesión de arquitecto. Estoy satisfecho con la decisión que tomé en su día. Eso sí, me reúno con mis colegas con frecuencia: rememoramos el pasado y hablamos del presente.
P: ¿Cuántos años has sido presidente de HOSBEC? ¿Y cuáles han sido los principales logros que has obtenido en ese cargo? ¿Cómo ves la situación actual?
R: 8 años en total. Siempre me ha interesado y he defendido los intereses de la industria hotelera en Benidorm. Creo que el principal logro durante mi mandato fue el paso de ser Asociación Comarcal a ser Asociación de la provincia de Alicante. En cuanto a la situación actual, te confieso, como tú sabes, que hemos pasado una mala racha con esto de la pandemia, pero afortunadamente los hoteleros han sabido resistir, estamos saliendo de la crisis y, por ejemplo, en 2022, hemos tenido una facturación parecida a 2019.
P: ¿Te han hecho algún homenaje o has recibido alguna placa, diploma, etc. por tu labor en pro de la hostelería en Benidorm?

R: He recibido premios y menciones de algunas asociaciones, como de la Federación Española de Hoteles, ya desparecida al fusionarse en 2003 con la Federación Hotelera de Ciudad y Playa. Reconocimiento a la Trayectoria Empresarial Hoteles Poseidón (IV edición Premios H &T). El Premio turismo del Ayuntamiento de Benidorm en tiempos de Agustín Navarro. El Premio a la trayectoria por la Universidad de Alicante… Y diversos reconocimientos por mi papel de mantenedor en Fiestas populares de la ciudad, como la Falla del Rincón, la Casa de La Mancha en Benidorm y Comarca, los Moros y Cristianos…

P: ¿Crees que ha habido una completa integración de los inmigrantes españoles que han venido desde hace décadas a Benidorm en busca de trabajo?
R: ¿Qué quieres que te diga? Que unos se han integrado convenientemente y otros siguen aferrados a su pueblo de origen. Benidorm siempre ha sido una ciudad acogedora con los emigrantes; te recuerdo que hace algunas décadas, los benidormenses también emigraban buscando un futuro mejor: a la almadraba, a la Marina Mercante… Con respecto al valenciano, cuando un emigrante nos decía, como de broma “habla en cristiano”, los naturales de Benidorm pasábamos, sin enfadarnos, al castellano: lo esencial es entenderse. Y lo que comentan de que, cuando alguien había muerto, se decía: “no es ningú; es un castellà”, quería decir que no era del pueblo, que no era nadie conocido, sin ningún matiz peyorativo.
P: ¿Qué le falta a Benidorm para que sea la ciudad ideal, amén de sol y playas?

R: Creo que ha sido un error -y ya no hay marcha atrás- el no mantener la identidad del casco histórico, donde han construido edificios de varias plantas en calles pequeñas, haciendo que la densidad de población sea mucha; incluso el Carrer dels gats, el más carismático, y muy estrecho, tiene casas de más plantas que las que sería de desear (un máximo de tres). Por otra parte, Benidorm es una ciudad ideal, arquitectónicamente hablando: edificios en altura en los ensanches de Levante y Poniente, con muchas zonas ajardinadas.
P: ¿Alguno de tus familiares más cercanos ha seguido tus pasos en la hostelería?
R: No en la gestión directa, sino de forma colateral; pero algún día, hijos o sobrinos se harán cargo del negocio familiar, estoy seguro.
P: ¿Crees que eres muy conocido en nuestra ciudad?

R: Bastante, por la mucha actividad que he desarrollado, con el equipo de Mario Gabiria en los años setenta, por mi profesión y por mi participación en todo lo que se relaciona con urbanismo.
P: Pero Joan, ¿cuáles son tus principales aficiones? ¿Qué haces en tu tiempo de ocio?
R: Como ejercicio físico, andar; como relaciones y convivencia, reuniones con amigos para hablar, comer y jugar al dominó.
P: Gracias por tus declaraciones, que nos servirán para que nuestros lectores sepan algo más de tu labor en Benidorm. Que tengas buen año.
R: Gracias. Igualmente.
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