Cita del autor: Con oro se producen objetos de oro, con barro, no.

¿De qué forma evoluciona la sociedad?

Desafortunadamente, desde siempre, muy poca gente de la que se esmeró en cultivarse a sí mismos, esto es, en desarrollar la propia semilla síquica, ha tirado del resto de la humanidad y de las generaciones. Y en esa otra “gruesa” de la sociedad, como, también, hoy en día en la nuestra, ha habido gente con algún interés altruista y humano, además del necesario por sobrevivir y llevar adelante una vida que evitara la eventualidad. Lo preocupante es la parte de nuestros congéneres que, despreocupados de sí mismos y del ideal de sociedad, han acabado convirtiéndose, ellos y sus vidas, en caos, desorientación y perjuicio social. ¿Puede esperarse de alguien así que sirva de buen grado al principio democrático, con un voto tan aquilatado como el de aquellos cultivados, que aspiran vigorosamente a la consecución del bien colectivo e individual?

Debería haber una forma de medir la calidad de ser de cada cual, que fuera equivalente al valor de su voto. La marcha evolutiva de la sociedad tomaría un sentido distinto al de ahora, incluso, en estos momentos que estamos en tiempo de elecciones, nuestros dirigentes pondrían más el énfasis en satisfacer intereses de índole excelente que cualquiera otros que tienen el propósito de recabar votos, sino que basarían sus programas, preferentemente, atendiendo a aquéllos, cuyo sentido fuera el de un verdadero y probado avance de todos y de todo. Claro, eso no es posible sin una ejemplaridad forjada desde niño y con educación orientada. Estoy persuadido que personas con esa calidad de ser dispondrían de todo un sistema humano de rectitud y decencia, y por ende, de moralidad social, que evitara la manipulación. No puede haber, pues, avance real si cada uno de los miembros de la sociedad no se esfuerzan por hacer crecer el árbol de sí mismos que son, y en cuyos frutos están contenidas las virtudes del hombre, que a su vez, también son depositarios de nuevas semillas.