
¿Se imaginan a los vecinos y vecinas de La Palmera, antigua Plaça de la Creu, sentados en la calle con sus sillas para pasar un rato a la fresca durante el verano, mientras charlan entre sí sobre los acontecimientos ocurridos durante la jornada? Pues hasta hace relativamente poco tiempo eso era posible en esta histórica plaza de Benidorm, centro reunión de vecinos y turistas que se conocían de venir a veranear a localidad años atrás. Todos en feliz convivencia, como si se tratase de “una gran familia”. Esta semana les propongo un viaje al pasado y presente de la Plaza de “La Palmera”, de donde surgió la “Festa de la Creu” sobre 1800 (que se celebró el pasado lunes, 1 de mayo), de la mano de la presidenta perpetua y presidenta 2023 de esta fiesta, Ana Pérez Balaguer y su hija Francisca Calvo Pérez, respectivamente, ambas pertenecientes a una de las familias que han vivido durante generaciones en este mítico barrio de Benidorm, donde todavía existe la casa familiar reconvertida en cafetería.
UN REPORTAJE DE BELÉN RICHARTE
La Plaça de la Creu surgió a principios del siglo XIX como consecuencia del crecimiento demográfico y urbano de Benidorm. La villa refundada en 1666 ocupaba el promontorio de Canfali y una parte de su zona norte. Estaba rodeada de murallas de origen medieval.

Las nuevas casas se construyeron fuera de las murallas del castillo y surgieron los barrios extramuros o “ravals”. El nuevo casco urbano de la localidad se desarrolló ocupando primero el resto de la zona del promontorio del Canfali para luego prolongarse por su pendiente norte cuesta abajo abajo, hasta concluir en la calle Alameda, probablemente en el siglo XVIII aunque la referencia escrita más antigua es de 1803* . La importancia de esta vía venía dada por ser la prolongación de la calle Mayor, que con la iglesia y la plaza de Sant Jaume, había sido durante siglos, el centro de la villa. Además seguía el último tramo del antiguo camino de Altea.
Una calle, la de la Alameda, de la que surgieron nuevas edificaciones y viales, entre los que cabe destacar las calles: de l’Alt y Sant Roc, documentadas también a principios del siglo XIX: también se construyó la Plaça de la Creu, sobre la que trata este reportaje.

Su denominación más antigua, registrada en 1844 era la de «Plazuela de la Costereta». Sin embargo, este primitivo nombre se cambió por el actual de La Creu en 1860, año en el que aparece por primera vez datada.
El por qué del cambio de nombre parece claro: en ella estaba la “cruz de término” o “humilladero” en castellano y “peiró” en valenciano. Esas cruces solían erigirse en la encrucijada de caminos o a la entrada de los pueblos. En el caso de Benidorm se cumplían las dos características ya que la plaza estaba situada al final del camino que iba desde Altea a Benidorm y constituía el inicio del casco urbano. Los caminantes solían arrodillarse en ella y rezaban una oración antes de entrar o salir del pueblo; de ahí el nombre de humilladero.
A primeros de mayo se celebraba y se celebra en Benidorm, como en casi todos los pueblos de España, la festividad de las Cruces de Mayo. El momento más importante esta celebración, que se remonta a la Edad Media, consistía en acudir en procesión desde la iglesia hasta la cruz, engalanada con flores y otros adornos. Una vez allí el sacerdote bendecía el término municipal y sus cosechas, de las que dependía la subsistencia de ese año.

Según Ana Pérez Balaguer vecina del barrio y presidenta perpetua de “la Festa de la Creu”, “aunque la celebración original sea el 3 de mayo nosotros la cambiamos al día 1 porque es festivo, -y añade-, “esta “festa” empezó a celebrarse sobre, 1800 no lo sabemos con certeza. aunque, como todo, con el tiempo ha ido cambiando mucho”.
“Vestimos la cruz con claveles, antiguamente iban a recoger las flores que los vecinos de las huertas próximas les daban para vestirla. En la actualidad compramos las flores en las floristerías. El Día de la Cruz un niño o niña recita el verso a la Santa Cruz, luego hacemos la Ofrenda y la misa en la iglesia de San Jaime y el día 3 se celebra la misa de difuntos en la misma parroquia”, explica Ana Pérez Balaguer.
Plaza de la Cruz o La Palmera
Sobre 1928 el alcalde Vicente Llorca Alós mandó sustituir la cruz por una palmera de un tallo. Posteriormente en 1939, tras la Guerra Civil, las autoridades municipales del nuevo régimen devolvieron a la plaza su anterior nombre, le quitaron la palmera y pusieron en su lugar una cruz de piedra. Y finalmente otro alcalde, quizás el más renombrado de la reciente historia de Benidorm, Pedro Zaragoza Orts, eliminó la cruz, puso en su lugar la actual palmera, y mandó construir la actual cruz de la calle Emilio Ortuño.
“Lo más importante de la plaza de mi barrio”, -según Francisca (Paqui) Calvo Pérez, hija de Ana Balaguer, vecinas de este emblemático enclave de Benidorm-, “era la convivencia con mis amigos, con el vecindario en general, porque todos nos conocíamos: allí jugábamos los niños, nos llamábamos por teléfono, porque no había móviles, y a la calle a jugar; además, como está cerca de la playa, cuando empezaba el buen tiempo, nos íbamos todos a orillas del Mediterráneo, solos o con nuestros padres, que en verano alquilaban un toldo en la playa de Levante entre todos vecinos.”

Por su parte, Ana Pérez Balaguer no quiere dejar pasar la oportunidad y mencionar a todos y todas las vecinas de la época y pide disculpas si se deja a alguna pero su memoria, -dice-, “no esta como antes: eran familias como “les Roseres”, “les Barrines”, “els Picorros”, “les Cuarterones”, los Perez Aznar, “Angeleta la de Francisco”, familia Martorell Vives, de Don José, (el de la farmacia), Fuster, Llorca Soler, Moncho, etcétera.”
Ante todo, “era un barrio muy unido, celebrábamos todo juntos, en las puertas de las casas, y el punto de encuentro era la Palmera, bajo la cual nos sentábamos a la fresca en las noches de verano.”
Punto de encuentro
Y es que durante generaciones ha sido punto de encuentro de jóvenes y no tan jóvenes que quedaban en esta plaza para luego ir a dar un paseo. “Empezó a ponerse de moda quedar en La Palmera cuando ya no eramos tan niños, cuando empezábamos a salir: quedábamos en la plaza pero decíamos «quedamos en la palmera» de hecho yo aún lo digo”, aclara Calvo Pérez, -y continúa narrando-, “una vez reunidos allí íbamos a la tienda de «Moncho» a comprar chuches para luego ir al cine o a dar un paseo; y seguíamos diciéndolo cuando íbamos al instituto y quedábamos los viernes y sábado por la tarde”.

Con los años, esta histórica plaza de Benidorm, una de las más céntricas en la actualidad, ha ido desarrollando una intensiva actividad, al ser peatonal y estar llena de bares y comercios, es el centro neurálgico de Benidorm o la Puerto del Sol local”, -indica Paqui Calvo-, “por aquí pasan muchas procesiones, pasacalles,…, se podría decir que pasa todo; también se instalan muchas mesas petitorias, de ventas de productos de asociaciones, ONG’s, etcétera.”
“A la fresca”
Paqui Pérez Calvo guarda muy buenos recuerdos de aquella época, de amigos y amigas que todavía conserva, “teníamos el colegio de «Las Monjitas» al lado, entonces siempre quedábamos después de salir de clase para dar una vuelta, hacer los deberes en casa de mis amigas Esperanza Rostoll Aznar, de la calle San Roque, y Pepa Llinares, de la calle La Palma; y, sobre todo, lo que más gustaba era el viernes por la tarde porque venía el ‘finde’ y teníamos más tiempo para estar por ahí.”
La vecina de La Palmera subraya, además que, a parte de sus padres, sus abuelos y tíos “también vivían en la plaza, se sentaban en la calle con sus sillas para estar a la fresca y charlar con todos los vecinos”, -y apunta-, “mi madre siempre nos cuenta que era un centro de reunión de vecinos y turistas que ya se conocían de venir de otros años. Era como una gran familia.”

Y concluye diciendo: “La vida en la plaza era sencilla, antes podíamos salir más, no teníamos tanto miedo, como ocurre ahora. Todos nos conocíamos y nos dejaban estar en la plaza. Pasábamos allí largas horas y disfrutábamos de estar todos juntos en la calle”.
*Referencia al articulo publicado por el profesor Francisco Amillo en su blog Histobenidorm, el viernes, 15 de mayo de 2015. Benidorm: la plaza de la Cruz o plaza de la República.
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