Una de chistes…: «El chiste de las tres palomitas»

Buenas noches queridos amigos y lectores de CALVARI El periodic del cor de Benidorm

Este es un chiste que un día nos contamos entre católicos, aquellos que les gusta leer tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento.

Aquellos que sean lectores de mi periódico desde hace tiempo y leyeran el más que archiconocido, prestigioso y leido «Juicio Final», conocerán uno de sus personajes centrales como es el León de San Gabriel -todo un mito para muchos estudiantes, que veneran la figura de este personaje que represnta toda una cruz nuclear.

Y este es un chiste que se ampara a la época del s.XI o XII, pero transbordando cosas del futuro y haciéndolas llevar a su pasada.

El chiste de las palomitas pues empieza con dos guardianes que guardaban un almacén o un granero con cajas llenas de bolsas de palomitas y llega el Alcaide del pueblo, y el León de San Gabriel como era tan generoso -era una especie de reverendo muy buena gente y siempre agradecido con aquellos que el a veces creía que eran buenas personas y no lo eran. Pero el León de San Gabriel le cayeron bien esos dos chabales y sin ellos saberlo les regaló un almacén lleno de cajas de bolsas de palomitas.

Los guardianes que eran estos dos chabales que sabían que el alcaide se iba a reunir con el León de San Gabriel, le dicen al Alcaide -que se llamaba Toni como San Antonio: «Toni, Toni, cuando veas al León de San Gabriel regálale una bolsa de palomitas, pero cuando la abras solamente dale tres palomitas, porque si le das la bolsa entera nos deja sin palomitas y tenemos que ir a robarlas a otro granero.

El Alcaide sorprendido se quedó, y les dijo: «No sabéis que el León de San Gabriel os ha regalado este almacén lleno de cajas de bolsas de palomitas para vosotros para que luego las podáis vender y tengais para vivir». Vale, vale Toni, muy bien, pero de todas maneras tu solamente dale una bolsa de palomitas y cuando la abras dale solo tres palomitas, que si le das la bolsa entera se las come todas y nos deja sin palomitas.

El Alcaide sorprendido se llevó la bolsa de palomitas e hizo lo que le dijeron esos dos chabales. Cuando se encontró con el León de San Gabriel le abrió la bolsa y le dió tres palomitas. El León de San Gabriel lo mandó a tomar por culo y le dijo: «Tienes vergüenza de darme tres palomitas cuando te he regalado un almacén para que las vendas por lo menos a precio de coste entre tus feligreses, y me entero que las está vendiendo cuatro veces más. Y estás hinchado por mi y solamente me ofreces tras palomitas, sabiendo el hambre que traigo. No te preocupes, toma cien pesetas y vete a tomar por culo con todas ellas y que la avaricie alcance tu vista y te deje ciego».