La zona de interés: de Auschwitz a Benidorm

Hace unos días pude sentarme y ver, no sin horrorizarme, la película ganadora de dos premios Óscar de este año “La zona de interés”. Película británica que versiona libremente el libro de Martin Amis publicado en el año 2015.

Si no han tenido oportunidad de verla, les recomiendo que lo hagan y después, al finalizar su visionado, piensen. Si piensen, ya saben ese acto que el ser humano es capaz de hacer de vez en cuando para poder cuestionarse la realidad que le rodea y tal vez, en algunos casos, poder modificarla y mejorarla en beneficio del conjunto de la sociedad. Aunque observando nuestro entorno, está claro que estas situaciones, son las menos dadas.

Pere Beneyto.- «La zona de interés», dirigida por Jonathan Glazer, es una película que ofrece una mirada perturbadora y profunda a la vida cotidiana de los oficiales nazis responsables del Holocausto. A través de una narrativa fría y desapasionada, minimalista, libre de cualquier elemento ornamental que tal vez distraiga o desenfoque el mensaje que intenta transmitir dirigiendo la mirada hacia la construcción de un hogar modélico, mostrando el día a día de una familia ajena al horror que les rodea.

Aunque a medida que va avanzando la película, nos damos cuenta de que esa familia no era tan ajena a la situación del entorno, sino que participaba y se beneficiaba del mismo.

La película, no solo nos enfrenta a la brutalidad de ese periodo histórico, sino que también resuena con varios problemas sociales contemporáneos, tales como el individualismo, la falta de conciencia social y la solidaridad. Al analizar estas temáticas, es interesante introducir ciertas ideas que profundicen en la comprensión de estos problemas y trasladarlos a nuestro entorno más inmediato, por ejemplo, en nuestro caso Benidorm y entender que, partiendo de un contexto histórico determinado, podemos extraer similitudes para explicar y mejorar nuestra situación actual.

En «La zona de interés», la indiferencia de los personajes hacia el sufrimiento de los demás es un reflejo extremo del individualismo. Vemos que, con sus actos, la familia actúa principalmente en su propio interés, a menudo a expensas de los demás.

Desde una perspectiva filosófica, «La zona de interés» y las dinámicas en los destinos turísticos contemporáneos comparten temas profundos sobre la indiferencia moral y el privilegio. La obra de Glazer sugiere que la comodidad y la satisfacción personal a menudo vienen a costa del sufrimiento de otros, y que la distancia (física, emocional o social) permite a los privilegiados mantener una conciencia limpia. La película muestra cómo la proximidad al horror no garantiza una respuesta moral adecuada. Los personajes viven sus vidas como si el campo de concentración no existiera, lo que plantea preguntas sobre cómo el privilegio y la comodidad pueden cegar a las personas ante el sufrimiento ajeno.

Ese individualismo y falta de empatía con el entorno, lo encontramos en municipios como Benidorm, donde un determinado sector de la población disfruta de sus vacaciones y de un medio sin prestar atención a las injusticias y problemas sociales que ocurren a su alrededor. Problemas como los que estamos viviendo de gentrificación de nuestros barrios; situaciones de exclusión social; incrementos de precios del alquiler de vivienda o de habitaciones; pérdida o deterioro de servicios básicos en bienestar social o cultural parecen ajenos a ese devenir diario de las hordas turísticas.

Deja un comentario